¿Conoces la historia de Pollo Feliz? El emprendimiento de un chihuahuense que conquistó México y EU
Arnoldo de la Rocha fundador de esta exitosa cadena de restaurantes creció en la Sierra Tarahumara
La empresa se caracteriza por su dinámico manejo de marca / @pollofelizchihuahua
El Heraldo de Chihuahua
Hace 50 años, un joven Arnoldo de la Rocha dejó la Sierra Tarahumara en busca de oportunidades. Al llegar a Chihuahua, trabajó en diversos oficios como albañil, velador y portero, pero pronto descubrió que su verdadera vocación estaba en los negocios.
Lo que comenzó como un pequeño puesto de pollos asados en Guasave, Sinaloa, en 1975, evolucionó hasta convertirse en una de las cadenas de restaurantes más grandes de México y con presencia en Estados Unidos.
De puesto callejero a franquicia internacional
La historia de Pollo Feliz comenzó cuando Arnoldo y su esposa abrieron un modesto negocio de venta de pollo al carbón en Guasave en septiembre de 1975.
En 1978, se mudaron a León, Guanajuato, donde instalaron su primer restaurante en un local de la colonia Los Fresnos.
Inicialmente, su negocio operó bajo distintos nombres, como Pollo Giro y Pollo Real, hasta que en 1980 registraron la marca Pollo Feliz. A partir de entonces, el crecimiento fue imparable.
En 1991, la empresa formalizó su estructura bajo la Empresa Nacional de Pollos Asados, consolidando su expansión en 25 estados de México con más de 800 sucursales. En 2001, la marca cruzó la frontera y llegó a Tucson, Arizona, continuando su crecimiento en ciudades como Houston, Texas.
Uno de los factores que permitió el éxito de Pollo Feliz fue su enfoque en la calidad y la identidad de marca. La receta única de su marinado y su característico pollo asado han sido elementos esenciales para conquistar el paladar de los consumidores.
Además, sus campañas publicitarias innovadoras, como las caravanas con botargas de pollo, han reforzado su presencia en cada ciudad donde tienen sucursales.
Mientras que en México los restaurantes son operados por familiares, en el extranjero funcionan bajo un esquema de franquicias. Actualmente, la marca está registrada en 45 países, con miras a continuar su expansión.
Un legado de esfuerzo
La historia de Arnoldo de la Rocha y Pollo Feliz es un ejemplo de cómo el esfuerzo y la visión empresarial pueden transformar un pequeño negocio en una empresa internacional.
Lo que comenzó como un sueño en una modesta parrilla en Sinaloa, hoy es una marca consolidada que sigue creciendo, conquistando paladares y manteniendo su compromiso con la calidad y la satisfacción del cliente.
